La verdad sobre esta foto:
El agua estaba hirviendo y me quemaba. Mi hijo estaba gritando. La seňora de la casa rural estaba a punto de llegar para que le entregáramos las llaves. Mi chico tenía al bebé en brazos mientras hacía la foto. Yo me reía de la situación porque aquello era todo menos relajante. Aún así, conseguí meterme en el jacuzzi, mi objetivo aquel fin de semana.
Salí con el cuerpo rojo y con esta foto de recuerdo.