Lo guay de tener hijos es que, en un día lluvioso como hoy, en vez de quedarte en casa haciendo el vago estirado en el sofá viendo una peli chorra o mil capítulos de una serie molona mientras comes palomitas y luego te duermes sin darte cuenta, puedes salir a la calle a chapotear en los charcos y lo puedes hacer ya desde las 8 de la maňana. Siempre soňé con esto.