¡Cómo nos gusta ir a Vinaroz! Mis abuelos, tanto los españoles como los alemanes, se retiraron allí. Y allí han quedado sus casitas porque ellos ya nos dejaron hace unos años.
Esta vez hemos ido con varios amigos con hijos y todo fue perfecto. La verdad que hacer planes con otros planes es ideal. Los niños se lo pasan genial y los padres nos echamos unas risas. Reímos y también lloramos juntos. Brindamos, cocinamos, limpiamos pañales, jugamos etc… ¡Todo juntos! Realmente es divertido.
Por la noche nos emocionábamos y alargábamos la juerga. Como cuando “éramos jóvenes”. Pero al día siguiente ya se encargaron nuestros hijos en recordarnos de que ahora somos padres y madres. ¿Y qué significa eso? Pues que toca despertarse a las 7 haya resaca o no. ¡Oh yeah!
Aún así, nada que una buena paella no pueda remediar.
Y es que: ¡Vinaroz rocks!